El 23 de junio de 1988 ocurrió una grave tragedia en las instalaciones de PEMEX en la zona de San Rafael, ¿la recuerdas?
La calurosa tarde del 23 de junio de 1988 se vivió una de las jornadas más espantosas para miles de habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey, luego de una serie de explosiones en el centro de distribución de PEMEX ubicado en la zona de San Rafael, en el municipio de Guadalupe.
En total se produjeron tres fuertes explosiones en tanques de almacenamiento de diésel, debidas a una mala maniobra de soldadura realizada en dicho lugar.
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Tras el estruendo y las llamas vinieron la angustia, el terror y una densa y enorme columna de humo negro que podía verse desde los municipios aledaños, a kilómetros de distancia.
Personal de Bombero, así como de Seguridad Pública, Policía Judicial y del Ejército acudieron al lugar para colaborar en la extinción del mismo, pero sobre todo en las labores de evacuación y de creación de un perímetro de seguridad.
Cientos de familias tuvieron que ser evacuadas de más de una decena de colonias. Varias avenidas importantes tuvieron que ser cerradas a la circulación por varias horas.
El fuego duró casi dos días activo. Los efectos del humo del incendio causaron una carga contaminante equivalente a los registros de 100 días de contaminación.
El saldo de esta explosión fue de 10 muertos, aunque se dice que la cifra fue mucho mayor, lo cual no resultaría extraño tomando en cuenta la magnitud del siniestro en el que se consumieron más de 8 millones de litros de diésel.
El tiempo pasó y la instalación cambió de giro para convertirse en una planta tratadora de aguas (sí, la causante de huela mal en la curva de la Avenida Miguel Alemán), pero para miles de neoleoneses ese acontecimiento se mantiene en la memoria.